Aumenta oposición de diversos V sectores al proceso eleccionario.
Osvado Álvarez
Con cánticos y gritos de repudio contra el proceso eleccionario que se desarrolla en la Universidad de Valparaíso (UV), un nutrido grupo de estudiantes interrumpió el debate de los tres candidatos a la rectoría, en una acción conocida popularmente como "funa".
Por momentos, la situación se tornó tensa, cuando los jóvenes bombardearon de críticas a los candidatos, amenazando incluso con dejarlos encerrados en un salón del tercer piso de la Escuela de Derecho.
Eran pasadas las 15 horas, y mientras el postulante Aldo Valle y algunos académicos que presenciaban el debate optaron por abandonar la sala; los otros dos candidatos, Marta Barría y Guido Demicheli, se quedaron, lo que dio paso a un franco y áspero diálogo entre las partes.
Los motivos son de público conocimiento: la deficiente gestión administrativa y financiera de esta casa de estudios, que la tiene con una deuda de más de 20 mil millones de pesos, y diversas investigaciones de la Contraloría y del Ministerio Público por eventual fraude al Fisco.
estrategia
Tras escuchar las opiniones de los candidatos, los manifestantes optaron por retirarse pacíficamente. Y si bien en la conversación se esbozaron algunos puntos de acuerdo, en definitiva los estudiantes dejaron en claro que no legitiman la elección, y que seguirán con las "funas" en el futuro.
Ximena Muñoz, secretaria general de la FEUV, explicó que adoptaron esta estrategia porque "no existe transparencia", ya que no se conoce el resultado de una auditoría pericial y porque no habrá una elección con participación triestamental, que considere no sólo la voz de los académicos, sino que también la de los funcionarios (no académicos) y los alumnos.
Pero la amenaza estudiantil va más allá de las elecciones. Este movimiento dejó en claro que en estas circunstancias el nuevo rector no será legitimado y tendrá que afrontar un escenario hostil.
"Aquí hay posturas claras intransables. Postergación de elección de rector. ¿Por qué? No es antojadiza, y se resume en transparencia de la universidad, lo que se desglosa en auditoría externa, en sumarios que se hagan efectivos, en que los responsables estén fuera", explica.
Y segunda condición, añade, "participación de los estudiantes y que de una vez por todas se comience a trabajar en los nuevos estatutos orgánicos que contemplen esa participación. Una vez sumadas esas dos condicionantes que ponemos, se legitimaría un proceso de elección".
EL TIEMPO
El problema se complica por el tiempo que se necesita para concretar estos cambios. Se estima que la auditoría estará lista en seis meses más, es decir, no habrían novedades hasta noviembre o diciembre.
¿Puede la universidad mantener el status quo hasta fin de año? ¿Tiene la rectora subrogante una real potestad sobre el funcionamiento de la UV?
Un grupo importante de académicos y la Junta Directiva piensan que la respuesta es no. De hecho, se solicitó a los decanos que entregaran planes de contingencia, pero trascendió que la mayoría no los ha entregado. En este escenario, algunos ya hablan de una suerte de inmovilismo.
Sin embargo, en opinión de la FEUV sí es posible esperar, y entregan su voto de confianza a la actual rectora (s) Patricia Acuña.
La dirigenta estudiantil Ximena Muñoz explica: "existe una rectora subrogante, y la subrogancia le da las mismas facultades de un rector titular".
Reconociendo eso, acotó que "tiene que haber un proceso de normalización en la Universidad. Ese proceso de normalización puede dar paso para que la casa esté ordenada para que ingrese una autoridad legítimamente".
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